Eva y el juglar I

Cuando salí por la mañana a pasear
Cientos de alondras en mi portal
Todas juntas echaron a volar
Hacia un cielo descomunal

Todas las mañanas salía a pasear
Y muchas sinrazones veía al caminar
Pero como un fantasma me veían
Y cada día la soledad me reía

Muchas noches me gustaba pasar
Viendo las estrellas, nada más
Ninguna dama se quería fijar
En un simple pequeño juglar

Una mañana salía comprar
Unas patatas y alguna cosa más
Pero en un escaparate la vi trabajar
Oh! Dios un ángel ¿en esta ciudad?

Pasaba las noches sin descansar
Solo podía pensar ¿quién será?
Esa dama no tenía igual
Por eso sentía que era especial

Todas las mañanas salía a pasear
¿Quién sabe? Si se cruzara
Los días pasaban y no sabía nada
Los meses pasaron y las ganas aumentaban

Por fin un día me decidía entrar
Era una tienda refinada, es verdad
Muchos amantes tendrá para disfrutar
No puede que le guste un humilde juglar

Justo cuando me disponía a marchar
Una dulce voz me paro sin más
Al girarme no pude ni hablar
Porque su belleza era descomunal

Unos ojos dulces y para amar
Una sonrisa alegre y peculiar
El pelo rubio veía brillar
Y su cuerpo esbelto angelical

Buenos días dije al titubear
Entonces ella con una sonrisa
Me dijo ¿le puedo ayudar?
Pensé … tengo que hablar

¿Cómo te llamas? Pude preguntar
Se acerco para contestar
En un susurro me dijo Eva
Y entonces empecé a soñar

Después de un rato se atrevió a preguntar
¿Por qué miras todos los días el escaparate sin entrar?
Y entonces no supe que contestar
Porque ella era la razón no tenía ninguna más

Un cliente apareció
Y con una sonrisa se despidió
Un nombre se me grabo
Con fuego en el corazón