sábado, 25 de julio de 2009

La abejita

YA QUE ME HAN PEDIDO EL CUENTO LO DEJO DISFRUTARLO Y APRENDER MUCHO DE EL


Había una vez una abejita muy lista muy lista muy lista, y también muy divertida, era muy muy feliz además era una de las más queridas de la colmena.
Esta abejita era la encargada de guardar la jalea real, cientos de frascos para alimentar a las otras abejitas del panal, y todas ellas trabajaban juntas en comunidad, unas hacían miel, otras cuidaban a los bebes abejitas y lo mejor de todo es que todas eran muy buenas amigas, hablaban se reían y hacían muchos juegos para que todas en el panal se divirtieran mucho
Un día la abejita muy lista muy lista muy lista, y también muy divertida tubo un problema, y es que no sabía por qué se habían perdido unos cuantos frascos de jalea real, los cuales tenían que alimentar a las jóvenes abejitas del panal, entonces se puso muy triste y empezó a buscar por todo el panal, miro en las celdas de las otras abejitas, en la guardería, comedores, patios de juegos e incluso en el salón real y cuando le preguntaban las demás abejitas que le pasaba ella sonreía y le decía que nada que estaba todo bien.
La pequeña abejita muy lista muy lista muy lista cada vez dejaba de sonreír más, y continuaba buscando los frascos cada vez más triste y deprimida, entonces pensó:
“no tomare mi frasco de jalea así en un tiempo estará otra vez todo igual que antes que buena idea y el tiempo lo arreglara y seré feliz otra vez”
Así empezó la abejita un día, después dos, después tres días, cuatro, cinco y la abejita ya no era ni feliz ni sonreía, estaba encerrada en su mundo de buscar la jalea real y se olvido de las demás abejitas, también pensaba que con el paso del tiempo todo se arreglaría ese pensamiento no la abandonaba, era la pared de su burbuja.
Pero lo que no veía la abejita es que los demás estaban preocupados por ella, porque estaba en su mundo de la búsqueda imposible y se ponían tristes, al poco tiempo el panal ya no era feliz porque estaban tristes por la pequeña abejita que ya no comía y estaba muy débil y no quería ver a nadie
Las demás abejitas intentaban ayudarle y ella los rechazaba a todos, cada vez estaba más en su burbuja deprimida de la que no quería salir, otras abejitas desistieron, otras intentaron animarla, incluso otras se enfadaron con la pequeña abejita, no podían comprender por qué la abejita estaba triste y no se lo contaba a las demás abejitas, se lo quedaba todo ella teniendo tantas buenas amigas rodeándola y además lo que era peor es que no quería salir de la burbuja.
Poco a poco la pequeña abejita se apagaba y la felicidad por la depresión y tristeza se cambiaban, en el corazón de la pequeña abejita se grababan

Dime abejita ¿Cómo continua la historia?
José María Vila García

domingo, 12 de julio de 2009

Vacaciones

Esta entrada es para agradecer a las pocas personas que continúan los pasos del juglar y de Eva en septiembre continuare con las aventuras de estos pequeños amigos un saludo y gracias a todos

martes, 7 de julio de 2009

Eva y el juglar V



Tus primeras cartas han llegado
Y aun no te había contestado
Mucho miedo he pasado
Y sola por las noches he llorado

Por aquí todo ha cambiado
Por las calles van reclutado
Jóvenes, niños o ancianos
A todos se los han llevado

Tengo miedo de que pasara
Si de vuestra defensa pasaran
Si a la ciudad llegaran
Y a los que quedamos nos mataran

Además los muertos han llegado
Unos cientos amontonados
Todos ellos han sido enterrados
Por suerte ellos no han llegado

En las lista os buque llorando
Yal ver que no estabais aliviada
Vi a una muchacha gritando
Cuando su marido fue nombrado

Jamás te podría describir
Lo que sentiría si te pasara a ti
No te lo puedes imaginar
La angustia de ¿aun vivirá?

Pero vuestras cartas van llegando
Y eso me tranquiliza un rato
La siguiente estoy esperando
Cada día os voy añorando

Mi familia ha ido al frente oriental
Tú en el frente occidental estas
Por oriente todo continúa igual
Las defensas nunca caerán

El la acorazada les han asignado
Y una foto me ha mandado
Unos cacharros están mandando
Y sus corazones están luchando

Mi mano ya no puede escribir
Porque la soledad se apodera de mí
Regresa por favor sano y salvo
Porque aquí te estaré esperando